viernes, 5 de junio de 2009

El largo camino de la educación especial. Integrando Sueños


No hay cifras exactas de cuántos niños especiales integran el sistema educativo formal en Bolivia. Pero sí se conocen experiencias, como la de la comunidad fe y alegría, en su proyecto de inclusión en ocho unidades escolares. Es evidente la falta de profesores especializados.

La campana del recreo suena y los gritos de los chicos estallan, mientras corren a sus aulas. El alboroto se siente en el ambiente, excepto en el rostro de Pamela, que tímidamente espera a que sus compañeros la lleven a su clase. Ella nació con un síndrome genético que la condenó a vivir en una silla de ruedas, pero no deformó sus sueños. Una vez en clases, su amiga de toda la vida, María Teresa, la carga y la sienta en la silla de patas largas, que fue construida especialmente para ella. Lo hace desde el tercero básico, cuando Pamela entró al colegio Fe y Alegría San Antonio.


La futura bachiller y su compañera ocupan la primera fila. A falta de brazos, Pamela aprendió a escribir con los pies, los mismos con los que hojea las páginas de su cuaderno rosa o con los que marca el celular de sus amigos cada vez que quiere salir a divertirse. De hablar pausado y casi a susurros, confiesa que en nueve años de compartir con chicos ‘normales’, ella ha aprendido que todos los días son un reto diferente. “Hay cosas que no puedo hacer; algunos profesores sí lo entienden, pero otros no”, dice Pamela, que lanza un pedido: “Los maestros tienen que estar capacitados para enseñar a personas con discapacidad”.

Y los profesores saben que es cierto lo que dice la estudiante. Por ejemplo, la maestra Carmen Rosa Zamorano recuerda que cuando Felipe Lara llegó a su curso, en primero básico, sintió que no iba a poder enseñarle. “Al comienzo quería escaparse, no tenía un segundo de atención, se tiraba al piso (…). Yo no sabía cómo tratarlo. Pensaba que no iba a poder trabajar con él”. Pero Carmen Rosa pasó de la desesperación a la comprensión y empezó a descubrir que había momentos en los que Felipe captaba y aprendía rápido. “Fue una experiencia motivadora, porque aprendió a leer y a escribir; tiene una letra muy bonita”, manifiesta la ‘profe’.
Con parálisis cerebral, el niño, que ahora está en segundo medio, fue el primero que ella recibió en 2000. Después de él, llegaron otros. La maestra reconoce que tener a estos pequeños en el aula implica un doble trabajo (más atención, adaptar la currícula), pero también sabe que sus logros son más que gratificantes. “Cuando recibí a Andrea Pedraza, por ejemplo, no sabía nada. Luego empezó a leer y a escribir frases cortas. Para mí, eso fue algo emotivo. Creo que para enseñarles a estos niños no hay recetas, porque uno se vale de muchas cosas. A veces es difícil mantener el orden en el curso o hacer entender a los padres que ellos demandan un trabajo personalizado, pero los frutos valen la pena”, explica Zamorano, mientras en su aula Celestino (6) y Rita (9), sus alumnos de integración de este año, la esperan ansiosos.


Ellos forman parte de lo que en la comunidad Fe y Alegría se llama Proyecto de Integración de Educandos con Necesidades Educativas Especiales en Escuelas Regulares. Son 15 años los que llevan dedicados a cubrir sus necesidades educativas, aunque sólo hace dos se consolidó como proyecto. Hoy en día, 145 niños y jóvenes, como Pamela y Felipe, son alumnos en ocho unidades educativas integradoras Fe y Alegría.


San Antonio, sin lugar a dudas, es uno de los mejores ejemplos. Allí se cuenta con dos psicopedagogas y un aula de apoyo, que cariñosamente llaman ‘la casita’, donde se refuerza el trabajo que se realiza en el curso.
En una de las paredes del colegio se destaca el artículo 6 de la Ley de las Personas con Discapacidad, una norma que todos deberíamos conocer y que a la letra dice: “Las personas con discapacidad tienen derecho a ser habilitados y rehabilitados profesional y ocupacionalmente”. Además, está el Decreto Supremo 23950, del 1 de febrero de 1995, en cuyo capítulo XI establece que “la educación especial de los estudiantes sin problemas de alta dificultad se desarrollará integrándolos a las unidades educativas regulares del sistema educativo, bajo la orientación permanente de personal debidamente calificado”.


Lamentablemente, pese a las normas, y tal como no hace mucho reconoció el propio Gobierno, son muy pocas las unidades educativas que han logrado integrar a estos pequeños. Entre esas pocas están las ocho unidades integradoras de la comunidad Fe y Alegría, que coordina María Inés Terrazas.


La experiencia le ha demostrado que es posible integrar a dos niños por cada aula, claro que antes se tiene que trabajar en encuentros y convivencias con el plantel docente y las juntas escolares sobre el programa de integración y atención de chicos con discapacidad, para que se sensibilicen y pierdan prejuicios respecto a estos alumnos, de los cuales no se sabe cuántos hay exactamente en el país.
La población con discapacidad es ‘subterránea’ en los registros del Estado. Empero, hay cifras como las que maneja Terrazas que dan cuenta de que en 2004 se tenía 3.194 niños con discapacidades en las escuelas. Cifras más recientes aseguran que 100 de cada 25 chicos tienen algún tipo de discapacidad, física o mental. Al menos, el 60% de esos 25 no recibió ningún tipo de educación.


Algunos de los motivos por los cuales las personas con discapacidad no acceden a estudios son la pobreza y la discriminación, pues en la mayoría de los casos se retiran porque no son tratados con las mismas condiciones. Y ahí está la importancia de lo que Terrazas cree que es fundamental: “Hay que trabajar para que se los conozca y se pierdan temores, como que van a contagiar sus enfermedades, que van a agredir o son chicos que no puede moverse. Y claro, los chicos tienen discapacidad, pero igual juegan y aprenden”.


Por eso, Terrazas y su equipo ponen énfasis en la preintegración de los niños con necesidades especiales. Durante un mes se los invita a que visiten una escuela. Allí participan de las actividades diarias del colegio, mientras que los profesionales que dinamizan la educación especial evalúan si se han desempeñado bien o si deben desarrollar ciertas áreas.


Se debe identificar a los que son potencialmente integrables... ¿Qué significa ese término? Es cuando se tienen las habilidades de adaptarse al medio. Por ejemplo: si el niño puede entrar en un curso, sentarse, sacar su cuaderno y hacer las tareas. No se escapa a cada rato, no grita, no se tira al piso, no pelea con los compañeros ni les quita las cosas. “Si es un alumno que sale tranquilo al recreo y vuelve. Es decir, un niño que no se note que esté ahí y que comparte con los demás, como cualquier otro. Si sabe o no leer y escribir, en nuestras escuelas, como en otras, lo puede aprender”, sostiene Terrazas.


Para ello, es vital que los padres tengan un diagnóstico integral en el que se compruebe que el niño puede formar parte de una escuela regular.
Con diagnóstico en mano, Ariel Nazareth Moreno logró entrar al colegio Aniceto Arce cuando tenía 6 años; hoy tiene 12. En el Centro de Parálisis Cerebral, a su madre, la ingeniera Elena Vallejos, le dijeron que la displasia psicomotora de Arielito, como ella le dice, no era impedimento para cumplir con la malla curricular de cualquier chico de su edad. Al contrario, tenía coeficiente intelectual elevado. “Piensa rápido, sólo que no puede escribir rápido. Su psicomotricidad es lenta”, cuenta la madre, que tuvo que lidiar una batalla aparte para que su hijo fuera aceptado, incluso llegó a tocar las puertas de la Defensoría del Pueblo.


“Es importante que mi hijo conozca sus derechos y que sea independiente. Si no lo saco de la casa, ¿qué será de él cuando yo no esté? De seguro será una carga para la sociedad. Entonces, en la escuela da sus primeros pininos para aprender a integrarse. Ha sido algo increíble que se adapte a la escuela, porque participa con niños de su edad”, explica la madre, que lo único que quiere es tratar de mejorar el diario vivir de Arielito.


Lo mismo quiere Agapito Calisaya para su hijo Álex. A diferencia de otros pequeños, no realiza una adaptación a los contenidos académicos por su problema de autismo; lo único que debe cuidar la maestra es motivarlo constantemente. Sus padres pasearon por varias instituciones antes de dar con el diagnóstico, que hoy conocen de memoria. A los ochos años ingresó en San Antonio. “Le va bien. Es independiente, hace sus cosas, es responsable. Está entre los mejores alumnos, aunque secundaria le está costando un poco. Como todo adolescente (tiene 15 años), ya no quiere que nos metamos mucho...”, comenta este constructor, que suele comprar libros para su primogénito, especialmente de geografía.


La psicóloga María Isabel Olivo explica que se debe entender que los niños con capacidad disminuida deben luchar por sobrellevar sus limitaciones en el mismo ambiente donde se encuentran los otros niños, para llevar una vida adulta natural y sin traumas. Olivo recomienda que la inserción debe darse desde el jardín de infantes, porque cuanto más temprano sea la convivencia entre alumnos con y sin discapacidad se podrá formar una sociedad más solidaria y que acepte las diferencias. “Es algo tan importante porque actúan de forma independiente, comparten naturalmente con la gente. No se desaniman ni se aíslan. Se abren otros puentes para ellos”, complementa Terrazas.
Para la viceministra de Educación Especial, Silvia Chumira, “la inclusión ayuda a que el niño con limitación, corporal o intelectual, tenga un mejor desarrollo y se sienta parte de un entorno, eso le hace bien”.


La otra cara de la moneda la analiza Silvia Urenda, del colegio San Lorenzo, al afirmar que “la experiencia también es enriquecedora para el resto de los compañeros, porque de alguna forma se convierten en sus protectores”.
Con un cupo de un niño por aula, en San Lorenzo tienen 99 chicos con necesidades educativas especiales, desde niños con síndrome de Down hasta alumnos con retardos leves. Una psicóloga y psicopedagoga se encargan de acompañar el trabajo de los maestros y los estudiantes, aunque se le pide a cada padre que cuente con un profesional externo que defina y siga los contenidos pedagógicos del alumno. Cada cierto tiempo, los papás reciben un informe de lo avanzado y los logros, “porque se trabaja con metas para cada año”, dice Urenda.


En general, en las escuelas donde hay alumnos con discapacidades se tiene un sistema de calificación para cada uno. “La currícula (materias que se dictan) tiene que acercarse a ellos. Se debe reconocer que estos estudiantes llegan hasta cierto punto y no es más”, concuerdan la psicóloga Lucila Rodríguez y la psicopedagoga Karina Leigue, del proyecto de Fe y Alegría.
Silvana Saman, del colegio de La Sierra, afirma que la demanda cada vez es mayor, pero ellos, que tienen alrededor de 70 chicos (entre 3 y 4 estudiantes por aula), tienen sus límites de espacio. “No es un trabajo fácil, requiere de mucha vocación, paciencia, dedicación y de entrega. Pero el problema es que no podemos cubrir la gran demanda que hay; el tener que decir: ‘No, señor, no hay más cupo para alumnos de integración’, mientras uno ve que hay papás que están sufriendo, que van a un colegio a otro, sin encontrar resultados. Generalmente, estos estudiantes se quedan con nosotros por mucho tiempo, cuando logran su independencia social y académica, entonces es cuando recién tenemos cupos”, detalla Saman.
No cabe duda que las dificultades existen, porque ni el sistema, ni los profesores ni los padres comprendemos que hay muchas Pamela, Ariel y Alex entre nosotros, que no esperan la compasión, sino simplemente ejercer su derecho a la educación.

Nos faltan más recursos humanos
El intento de incluir e integrar a los niños con necesidades educativas especiales en el sistema escolar formal, como establece la norma, tropezó en el país por falta de recursos humanos especializados y una metodología pedagógica. Por ello, el director de Educación Alternativa del ministerio del área, Lorenzo Cruz, afirmó a los medios de comunicación que las dificultades se deben a que “no hay una institución que forme profesores para la atención de esta población”. Una vez implementada la nueva Ley Educativa Elizardo Pérez-Avelino Siñani, Cruz dijo al diario La Prensa que se trabajará en la reestructuración del sistema de normales para instituir la formación de docentes para lo que el Gobierno denomina la educación para la diversidad.
Esta formación de recursos humanos especializados, manifestó, es parte del proyecto de crear, a partir de 2010, centros educativos para los niños con necesidades educativas especiales y dificultades severas, donde personal especializado los formará y preparará en el nivel inicial para que más adelante puedan integrarse a la escuela regular.

Ya se está trabajando en una nueva malla curricular. Eso implica, por ejemplo, que si en un curso hay un alumno sordo, el docente debe manejar el lenguaje de señas o el manejo de la escritura braille cuando se presente el caso de educandos ciegos. Los profesores no sólo se prepararán para las modificaciones de las materias comunes, sino que también deberán capacitarse en esos métodos. Se espera que el próximo año emerjan las primeras experiencias de educación inclusiva, sobre todo en escuelas fiscales y gratuitas. (Con datos de La Prensa y el Diario)

Extraido el Domingo 31, Mayo de 2009 del EXTRA DEBER
Texto: Anna Infantas
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia,

Mundo Escolar y Aula Virtual: concursos y formación para todos

El Programa de Informática (P3) promueve la participación de directores, docentes, promotores y estudiantes de los diferentes centros educativos de Fe y Alegría, en múltiples actividades creadas pensando en el beneficio de los centros educativos y en la mejora profesional. Las próximas actividades a realizarse son:

Inducción para estudiantes por Mundo Escolar (Rally Virtual). En el mes de marzo se enviaron cuatro afiches didácticos diferentes, a las escuelas que cuentan con aulas telemáticas y con acceso a Internet de 14 Fe y Alegrías. Al mismo tiempo se enviaron los afiches vía electrónica a los enlaces nacionales de Informática educativa para promover el conocimiento y uso de las diversas herramientas que ofrece el portal
http://www.mundoescolar.org

Concurso Noticiero Escolar: tu comunidad en acción. Estudiantes y docentes de los centros educativos están realizando un Noticiero con información de su comunidad, que será publicado en Mundo Escolar. Los participantes en el concurso pueden ganar una Laptop y Proyector para la escuela, laptop para los docentes y kit escolar para los estudiantes.
Más información

Concurso de Fotoblog: En el mes de junio de 2009, se abrirán las inscripciones de estudiantes que, con poyo de sus docentes, pueden participar en la selección de una serie de fotografías que promocionarán los secretos de las diversas ciudades donde tenemos presencia. Las fotografías se publicarán como fotoblog en Mundo Escolar y optarán por excelentes premios.

Concurso de Socialización de Experiencias en Lectura y Escritura para docentes. Este concurso abierto durante el mes de abril, busca estimular a los docentes que puedan describir su práctica pedagógica en la enseñanza de la lectura y escritura, a luz del libro Leer y Escribir para comunicarse elaborando un trabajo analítico. Más información

Comunidades de aprendizaje.
Se continúa con la oferta de Comunidades de Aprendizajes como espacio de formación permanente. Nuestros educadores pueden participar en las siguientes Comunidades de Aprendizaje:
o Aprendiendo a solucionar los problemas técnicos de mi Aula Telemática. Inscripciones abiertas.
o Biblioteca y tecnología, la pareja de la actualidad (II Edición). Inscripciones: última semana de abril.
o Los videojuegos aliados o enemigos del Aula? Inscripciones: segunda semana de mayo.

Plataforma de Aula Virtual.

Se desarrollará entre el 7 de julio y el 5 de octubre la IV Cohorte de Innovando en mi Aula con Tecnología
http://aulavirtual.feyalegria.org
Nuevos cursos. Entre el 6 de junio y el 21 de septiembre del presente año se desarrollarán dos nuevos cursos:
Formación en ciudadanía y Estrategias metodológicas activas de aula para la pedagogía popular.

Boletín electrónico de la Federación Internacional de Fe y Alegría

al:ordinad Fe y Alegría gana premio Juscelino Kubitschek otorgado por el BID

Tres instituciones se hicieron acreedoras al premio Juscelino Kubitschek del Banco Interamericano de Desarrollo. El premio reconoce las contribuciones en la economía y las finanzas, así como en los campos cultural, social y científico. El ganador de cada categoría recibirá un premio de US $100.000. Los ganadores de la categoría cultural, social y científica compartirán el premio.

ACCION Internacional (América Latina y el Caribe) ganó el premio en el campo de economía y finanzas, donde participaron nominaciones procedentes de 30 instituciones. FE Y ALEGRÍA y Asociación Vaga Lume compartirán el premio en la categoría social, cultural y científica, donde se presentaron 115 nominaciones.

“Estas instituciones han hecho una importante contribución al desarrollo comunitario y esperamos que sus historias inspiren a otras a hacer lo mismo”, dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.

La primera edición del premio Juscelino Kubitschek atrajo nominaciones de 145 organizaciones, representando a 22 países de las Américas y Europa.

Individuos e instituciones tenían la capacidad de proponer la candidatura de organizaciones para postular a los distintos premios. El premio, que se otorga cada dos años, es la distinción más grande otorgada por una institución multilateral en América Latina y el Caribe.


Fe y Alegría gana otra distinción

El Gran Jurado del World Summit Award 2009 reunido en Neva Delhi, India, del 1 al 8 de abril de 2009, que congrega a expertos en contenido multimedia de 34 países evaluó 545 postulaciones nominadas desde 157 países. Se nos ha comunicado oficialmente que el portal de FyA ha sido elegido por la capacidad y excelencia del trabajo que es el mejor contenido electrónico en América latina y que por eso será mencionado especialmente en el World Summit Award que organizará una Gala y Conferencia de Contenido electrónico en Monterrey, México, del 10 al 13 de Junio, para dar a conocer al mundo la presentación de los productos ganadores y para que éstos puedan dialogar entre sí y con el Gran Jurado para tener oportunidad de desarrollar nuevas oportunidades.

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