lunes, 7 de junio de 2010

Celebramos Corpus Christi

Celebramos Corpus Christi unidos como Iglesia


El Cardenal Julio Terrazas hizo llegar, en primera instancia, el saludo del Papa Benedicto XVI a la Iglesia Boliviana y en especial, de Santa Cruz. Resaltó que en el encuentro que sostuvieron el 24 de mayo en Roma el Papa expresó su afecto y cariño por nuestro país y nuestra iglesia. Sostuvo que compartió con el Papa el caminar de la Iglesia en Bolivia y Santa Cruz, además de las preocupaciones que impulsan el servicio de la Iglesia en Bolivia, especialmente a través de la Misión Permanente establecida que se impulsa en Bolivia y todo el continente latinoamericano.

En la reflexión resaltó el mensaje de la fiesta del Cuerpo de Cristo resaltando el valor de la unidad en torno al Señor, presente en la Eucaristía que convoca a toda persona y al Pueblo de Dios a permanecer unido en todos los esfuerzos que conducen a dignificar y honrar la vida para sortear todas las dificultades y vicisitudes que contradicen el proyecto de Dios. Las lecturas hicieron referencia a cómo Abraham es bendecido y comparte el fruto de sus bienes: “He ahí el ejemplo y signo de cómo quiere Dios que sirvamos y cómo debemos responder sus hijos a la bendición del Señor”. Sostuvo el Cardenal.

Resaltando la acción de Cristo que realizó la multiplicación de los cinco panes y dos peces para la multitud afligida por el hambre y la falta de lugar para descansar, Jesús responde a la preocupación de los apóstoles haciendo que ellos participen del acto de reunir y compartir a los que están en torno a ellos: “Denles ustedes de comer” es lo que dice el Señor. “Acaso no podríamos nosotros también en este momento, en que nuestro país siente muchas inquietudes, decir siéntense, sentémonos; a los nueve departamentos y todas las alcaldías. Hablemos de nuestros problemas y busquemos las soluciones adecuadas; compartamos nuestros problemas y dificultades, pero también nuestras esperanzas, que son las que dan un caminar claro a los pueblos”, manifestó.

“Abraham dio el diezmo de todo lo que había ganado; eso es compartir. No hay ninguna bendición para el egoísmo. Cuando se pisotea la dignidad de las personas, tenemos que recordarles que nuestro Dios lo bendice y bendice a aquéllos que lo aceptan y les da un corazón nuevo, un corazón capaz de compartir las cosas que se tiene para que se termine el hambre en el mundo. El compromiso de los cristianos es buscar el reino de Dios y hay que hacerlo desde ahora, y no es algo que se tenga que aprender de memoria, es algo que se debe practicar cada día". Afirmó

La feligresía congregada escuchó con atención y aplaudió en con regocijo los saludos y orientaciones dadas por el cardenal Julio, luego también participó de la procesión que llevó al Señor Sacramentado desde el estadio hasta el atrio de la Catedral.





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